21 de noviembre de 2012

El Adviento y la Esperanza

Para preparar el Adviento - ¿De qué estamos hablando?


En el nombre del Padre…

Breve ambientación
Comenzamos esta semana con un valor muy especial que está asociado al tiempo litúrgico que empezaremos el próximo domingo día 2 de diciembre. El tiempo litúrgico es el ADVIENTO y el valor que lleva asociado es la Esperanza. 4 semanas para preparar el nacimiento de Jesús ¿Se puede vivir sin Esperanza? La Iglesia espera la venida de Jesús y lo celebra de dos modos: en la dos primeras semanas se reflexiona sobre el final de la Historia y la segunda venida de Jesús para acabar con la injusticia. En las dos siguientes semanas, ya cerca del 24 de diciembre, se reflexiona y recordamos la primera venida de Jesús, su nacimiento, que supuso una esperanza en medio de la noche oscura en que vivían aquellas personas. Pero, sinceramente… ¿Qué es esperanza? 

Para comprender mejor… Una frase de Aristóteles
“La esperanza es el sueño del hombre despierto”. Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.

Reflexión
La Esperanza es fundamental para poder vivir. La esperanza es lo que nos hace mirar la oscuridad en la que vivimos y no quedarnos abstraídos en ella, sino buscar la manera de salir de la oscuridad, o al menos mantener nuestra pequeña llama viva. La Esperanza no es una actitud exterior, es una actitud interior, que pone en marcha nuestros mecanismos a la hora de enfrentarnos a la vida, haciendo que no nos resignemos a lo negativo que nos rodea, sino que busquemos construir un mundo diferente, un mundo que es Reino de Dios, donde todos puedan ser felices. La Esperanza nos saca de nuestra realidad y rutina y nos lanza a hacer realidad nuestros sueños más profundos. Se puede vivir sin Esperanza pero es como decir que se puede vivir sin música, sin calor, sin color, sin luz… Es menos vida. ¿Y tú qué esperas? ¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué te preocupa? 

Lectura Bíblica: Lectura del Evangelio de Mateo  (Mt 6,25ss)
«Por eso os digo que no andéis angustiados por la comida y la bebida para conservar la vida o por el vestido para cubrir el cuerpo. ¿No vale más la vida que el alimento?, ¿el cuerpo más que el vestido? Fijaos en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre del cielo las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?» Palabra del Señor

Oración
Ponemos el día en manos de María. Dios te salve, María... 

María Auxiliadora de los Cristianos...

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