Don Bosco y el Mundo del trabajo y #3
En el nombre del Padre…
Breve
ambientación: Hoy te proponemos una frase de Don Bosco: “Tengo
prometido a Dios que hasta mi último aliento será para mis queridos jóvenes”. Es
un proyecto de vida auténtico. Don Bosco, tras una enfermedad que casi lo lleva
a la tumba, decide que su vida va a ser para los jóvenes, para siempre, porque
es como un regalo que le han hecho. No le pertenece, es para los jóvenes. Comprende
que su vida tiene sentido si se parte y se reparte en hacer una vida mejor para
los jóvenes, como Jesús, él sabe para qué ha venido y sabe qué quiere hacer con
su vida:
Lectura Bíblica: Lectura
del evangelio de Juan (10, 9-11)
«Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará; podrá
entrar y salir y encontrar pastos. El ladrón no viene más que a robar, matar y
destrozar. Yo vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Yo soy el
buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.» Palabra del Señor
Para comprender
mejor… Un vídeo
Reflexión
Don Bosco se encuentra con jóvenes rotos por todos
lados, extorsionados en el mundo del trabajo, sin nadie que cuide de ellos y
decide trabajar más, visitarles, darles esperanza, cuidar de ellos. El poco
sueño, la mala alimentación y el trabajo en exceso hacen lo demás. Una pulmonía.
Don Bosco comprende rápidamente que va a morir. En su tiempo, esa enfermedad
pulmonar no tenía solución. Mucha gente moría sin remedio. Y sin embargo él se
salva. Una persona no creyente lo atribuye fácilmente al azar o la suerte. Don
Bosco es profundamente creyente y sabe que sus queridos jóvenes han estado sin
dormir, rezando y pidiendo a Dios su curación. Para él es fácil deducir: Ellos
me han regalado lo que me queda de vida, mi vida ya no me pertenece es para ellos. ¿Te has
sentido así querido alguna vez? ¿Tienes claro qué es lo que estás llamado a
hacer con tu vida? Reza por todas las personas que cuidan y se preocupan de ti.
Oración
Tenemos un recuerdo especial por esas personas que
trabajan por nosotros, especialmente los que nos cuidan, los que hacen lo
posible porque no nos falte de nada, desde lo material hasta lo afectivo. Pedimos
por ellos y ellas, nuestras madres que han renunciado a tanto por nosotros. Ponemos
el día en manos de María. Dios te salve, María…
María Auxiliadora
de los Cristianos...
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