7 de enero de 2013

Don Bosco y los jóvenes Trabajdores


Don Bosco y el Mundo del trabajo y #3

En el nombre del Padre…

Breve ambientación: Hoy te proponemos una frase de Don Bosco: “Tengo prometido a Dios que hasta mi último aliento será para mis queridos jóvenes”. Es un proyecto de vida auténtico. Don Bosco, tras una enfermedad que casi lo lleva a la tumba, decide que su vida va a ser para los jóvenes, para siempre, porque es como un regalo que le han hecho. No le pertenece, es para los jóvenes. Comprende que su vida tiene sentido si se parte y se reparte en hacer una vida mejor para los jóvenes, como Jesús, él sabe para qué ha venido y sabe qué quiere hacer con su vida:

Lectura Bíblica: Lectura del evangelio de Juan  (10, 9-11)
«Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará; podrá entrar y salir y encontrar pastos. El ladrón no viene más que a robar, matar y destrozar. Yo vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.» Palabra del Señor

Para comprender mejor… Un vídeo



Reflexión
Don Bosco se encuentra con jóvenes rotos por todos lados, extorsionados en el mundo del trabajo, sin nadie que cuide de ellos y decide trabajar más, visitarles, darles esperanza, cuidar de ellos. El poco sueño, la mala alimentación y el trabajo en exceso hacen lo demás. Una pulmonía. Don Bosco comprende rápidamente que va a morir. En su tiempo, esa enfermedad pulmonar no tenía solución. Mucha gente moría sin remedio. Y sin embargo él se salva. Una persona no creyente lo atribuye fácilmente al azar o la suerte. Don Bosco es profundamente creyente y sabe que sus queridos jóvenes han estado sin dormir, rezando y pidiendo a Dios su curación. Para él es fácil deducir: Ellos me han regalado lo que me queda de vida, mi vida ya  no me pertenece es para ellos. ¿Te has sentido así querido alguna vez? ¿Tienes claro qué es lo que estás llamado a hacer con tu vida? Reza por todas las personas que cuidan y se preocupan de ti.

Oración
Tenemos un recuerdo especial por esas personas que trabajan por nosotros, especialmente los que nos cuidan, los que hacen lo posible porque no nos falte de nada, desde lo material hasta lo afectivo. Pedimos por ellos y ellas, nuestras madres que han renunciado a tanto por nosotros. Ponemos el día en manos de María. Dios te salve, María…

María Auxiliadora de los Cristianos...

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