“Acechemos al justo, que nos resulta incómodo”
Sobre la verdad y decir la verdad siempre
En el nombre del Padre...
Ambientación
Parece que la verdad no está de moda. A veces andamos buscando componendas para engañarnos a nosotros mismos, que es la peor de las mentiras. Cuando descubrimos que decimos la verdad, estamos más tranquilos con nosotros mismos pero la reacción en los demás puede ser complicada... Antes de escuchar la Palabra, conviene que repases las motivaciones por las que vienes a la oración... Escucha esta canción que te ayuda hacerte consciente de que orar no es solo pedir, sino estar...
Canción: Tan sólo he venido
No he venido a pedirte, como suelo, Señor. Si antes de yo clamarte conoces mi petición. Solo quiero escucharte pon el tema, Señor. Caminar por el parque y dedicarte una canción.
TAN SÓLO HE VENIDO A ESTAR CONTIGO A SER TU AMIGO A COMPARTIR CON MI DIOS ADORARTE Y DARTE GRACIAS POR SIEMPRE GRACIAS POR LO QUE HAS HECHO, SEÑOR, CONMIGO
Cuéntame de tus obras ¿Qué hay de nuevo, Señor? Y de paso pregunto ¿Cómo es la piel del sol? Y yo, sólo quiero abrazarte bendecirte mi Dios Caminar por las calles y abrirte mi corazón
ESTRIBILLO
Escucha
Lectura del libro de la Sabiduría 2, 1a. 12-22:
«Se dijeron los injustos, razonando equivocadamente: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra mala educación; declara que conoce a Dios y se da el nombre de hijo del Señor; es un reproche para nuestras ideas y sólo verlo da grima; lleva una vida distinta de los demás, y su conducta es diferente; nos considera de mala ley y se aparta de nuestras sendas como si fueran impuras; declara dichoso el fin de los justos y se gloría de tener por padre a Dios. Veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.» Así discurren, y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud ni valoran el galardón de una vida intachable». Palabra de Dios
Reflexiona…
- ¿Cuánto te cuesta decir la verdad?
- ¿Cuándo te callas? El texto pone el acento en lo que se hace con el que dice la verdad… ¿Te has sentido así? ¿Cuándo?
- ¿Merece la pena descubrir la verdad y vivirla?
- ¿Cómo podemos ayudarnos a decir siempre la verdad?
- En tu vida, ¿qué peso tiene la verdad?
Escucha… La verdad nos supera, supera nuestra verdad…
Sé fiel a la verdad. Sigue a tu corazón.No te dejes llevar. Busca a tu vida razón. Siente la alegría de vivir según la voz de tu alma. Y no dejes de pensar que es Dios el que te habla. Mas no cambies su voz por tus palabras.
Hoy no a sinceridad. Busco mi propio yo. Sigo siempre mi verdad. Es la mía, no de Dios. Quiero comprender que la verdad está en el Evangelio. Y he de darme a los demás. Amar será mi sello. Y perder mi identidad y ser de ellos.
Reza
Ahora puedes compartir lo que ha suscitado en ti esta oración. Finalizamos con un Padrenuestro.
María Auxiliadora de los Cristianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario