24 de diciembre de 2013

NO CREO EN LAS NAVIDADES

Reflexiones sobre el sentido de la Navidad

Quizá viniendo de un profesor de Religión y Ética, la afirmación "No creo en las navidades" suene demasiado tajante, pero cada vez me reafirmo más. No creo en ellas, y secretamente creo que nunca he creído. 

Ojo, no confundamos navidades con NAVIDAD, la Navidad es otra cosa, como su nombre indica, viene del latín "nativitas" y hace referencia al Nacimiento de Jesús. Esa sí me la creo, esa que habla de sencillez, de pobreza, de humildad y está lejos del la ciudad y de los grandes oropeles y la pomba y el boato de nuestras celebraciones, esa sí me la creo...
En estos días, según una noticia, la media de los españoles cogerá unos tres kilos de peso por causa de los diferentes atracones, cenas de empresa, comidas familiares y demás... Ojo con las medias porque yo me como un pollo y tú ninguno y la media es la mitad para cada uno...

Ni la crisis, ni las dificultades ajenas, ni los tifones, hacen que se hagan esfuerzos económicos impresionantes en estas fechas para "comprar" una felicidad que durante el año es efímera. Y bajo el "al menos una vez al año hay que olvidarse", hacemos cosas que con una pizca de sentido común ni se nos ocurrirían... 

En Navidad hay muchos "hay ques"...
  • "Hay que comer bien y mucho", atracones terribles y borracheras que te hacen decir lo que no está escrito. A mí me duele, como mucho, pero me duele hacerme consciente de que en otra parte del mundo también es NAVIDAD, pero no son navidades, y mucha gente muere de hambre... Sé que suena a cortarollos, pero no todo es villancicos...
  • "Hay que estar alegres", y si no, pues bebemos unos vinos que entramos en faena. La alegría o brota de dentro o no es sana. Está claro, a mí me parece que también hay un hueco para la nostalgia y la tristeza, para recordar a los que no están, para rezar por ellos...
  • "Hay que acostarse tarde", y por eso nos vamos a celebrar las navidades (que no la Navidad) a distintos bares, a perder la cabeza, a disfrutar un  poco porque nos lo merecemos y si no te gusta salir está la versión de ver programas en casa o películas hasta las tantas... Todo eso lo he probado y me deja vacío.
  • "Hay que ir a misa", sinceramente, prefiero la misa del día 25 por la mañana. A la del 24 por la noche muchas veces vamos a estar pendientes de otras cosas, distintas de celebrar la Navidad y más en consonancia con las navidades. 
Creo en la Navidad, profundamente, desde hace mucho. En una Navidad
  • Pobre, porque la mayoría del mundo no tiene el problema de tener que gastar, sino que tiene el problema de tener que comer... Y porque la primera Navidad fue pobre, fuera de las luces de la ciudad, en un pesebre porque no había sitio en la posada, porque todo estaba cogido ya, porque el consumismo y la ocupación hotelera ya se había inventado y Jesús no tuvo sitio ahí. 
  • Sencilla, porque el deseo grande de estar unos con otros no puede reducirse al estar "cubierto" con las buenas formas sociales de este tiempo que facilitan el acercamiento, porque sencillamente deberíamos buscar momentos después. 
  • Comprometida, todos los días del año, En mi colegio hicimos una actividad que consistía en invitar a algunas de las personas destinatarias de la Operación Kilo, los alimentos que hemos ido recogiendo durante el mes. Uno de ellos era un anciano de una residencia de ancianos. Le preguntaron si tienen mucha gente estos días para cantarles villancicos y el hombre decía que estos días tenían la agenda completa, pero que luego en febrero, marzo... nadie se acuerda de ellos... Navidad es ir en marzo...
En fin que creo que Navidad es cada día del año en que un ser humano se acerca a otro y lo trata como tal. Algo tendrá la Humanidad de valioso cuando Dios mismo optó por hacerse uno de nosotros, y nada menos que un niño. 

Os deseo una FELIZ NAVIDAD, y que no celebréis las navidades. Por si acaso todavía andas pensando qué es eso... Te lo dice el gran maestro Silvio Rodríguez, con un auténtico villancico que no va del cielo, las estrellas y la luna... 

1 comentario:

  1. Curioso, una año, cuando realizaba la "rutinaria" visita en navidad a la residencia de ancianos de mi barrio con mi grupo de la parroquia. Dije al grupo que yo no quería volver. Tenía la sensación que describes, aquí en navidad está todo el barrio, pero luego no viene ni Blas...en aquella época mi voluntariado era otro y no me podía compormeter a realizar otro durante el año. Al menos sirvió de reflexión para el grupo y nos hizo darle una vuelta a la motivación de la actividad.
    Saludos,
    Iñaki

    ResponderEliminar