Textos folclóricos: un recurso que no pasa de moda
Para los profanos en la materia, cuando oímos la palabra floclore, nos vienen a la cabeza una serie de imágenes de señores y señoras vestidos con trajes típicos, músicas interpretadas con instrumentos que ya no se ven como el chistu, o algunos platos típicos, que de eso los españoles entendemos una barbaridad.
Sin embargo en esas imágenes deberíamos incluir todo un imaginario colectivo que se ha ido pasando de generación en generación, bien en forma de canción popular de autor indeterminado (folclore en verso), bien en forma de cuento que ha hecho las delicias de millones de niños y adultos a lo largo de la Historia con el crepitar de un fuego de fondo y un escenario nocturno que abre las puertas a la magia de los cuentos (folclore en prosa).
Definición de términos
La palabra floclore, según los apuntes facilitados por la profesora Irune Labajo, fue acuñada por el anticuario inglés William John Thoms, para referirse a la cultura popular. Las 3 características básicas de los textos folclóricos son el anonimato, pues no se sabe quien es el autor original; la oralidad, pues aunque se haya fijado en un momento determinado en forma escrita, su naturaleza es oral, nacen para ser narrados oralmente; y la multiplicidad de variantes, posiblemente tantas variantes como narradores han tenido, que según el público destinatario, o la cultura o incluso el país o la intención del narrador, variaban la misma historia adaptándose a esas circunstancias.
De ahí que nos enfrentemos a un fenómeno que de tan conocido (sin duda pueblan nuestro imaginario fantástico cada uno de los protagonistas de esos relatos y canciones), se hace inabarcable. Lo que sí está claro es que se trata de un recurso muy interesante para utilizar en el aula, pero que en origen no tiene como principales destinatarios a los niños, por lo que se ha de ser cuidadoso y sobre todo aprender a narrarlos de viva voz que es su naturaleza.
Me ha parecido muy esclarecedora la distinción que se hace en los apuntes sobre los distintos textos folclóricos, especialemente en prosa:
- El cuento folclórico, podría definirse, como un relato breve de asunto ficticio y carácter lúdico surgido de la tradición oral.
- El mito, es un relato tradicional que cuenta la actuación memorable de dioses o héroes en tiempos prestigiosos y lejanos.
- La leyenda, es una forma simple de transmisión oral que refleja una tradición local: un suceso que, por extraño o milagroso que sea, se recuerda como verdadero. Las leyendas urbanas son la evolución ciudadana y actual de estos textos.
- La fábula es una forma breve (en prosa o verso, folclórica o literaria) con sentido moral e intelectual, protagonizada por animales que reflejan actitudes y pasiones humanas. Su intención es moralizante y concluye siempre con una moraleja explícita.
Recordemos, que en el momento en que cualquiera de estos textos tiene como objetivo principal el de enseñar, con un carácter moralizante, pierde su carácter literario (por muy bello que sea), para convertirse en paraliterario, pues su función principal es la edificar, tal como he comentado en anteriores entradas.
Es mucho más interesante, dejar que las conclusiones las saquen los alumnos por sí mismos, no dar respuestas sino preguntas que despierten el pequeño filósofo natural que todos llevamos dentro. La pregunta abre posibilidades mientras que la respuesta, la moraleja, matan la creatividad intelectual, emocional e incluso moral. Me parece muy interesante el recurso al "cuento-forum" para sacarle fruto a toda la enseñanza que pueden presentar estos textos.
Cuentos folclóricos de ayer y de hoy
Dejando de lado el mundo del folclore en verso (recogido sobre todo en canciones) y el teatro de marionetas como exponente de un folclore popular, me centro en el mundo de los cuentos que bajo mi punto de vista supone para mi un redescubrimiento de un mundo lleno de valores que no apreciaba.
Estructura y estilo
El cuento maravilloso, es aquel que narra una historia con elementos del mundo de la fantasía y que según el esquema morfológico de Vládimir Propp, erudito ruso que estudió los cuentos populares de su país, tienen la siguiente estructura:
- Los papeles: héroe, agresor, donante, auxiliar, la princesa y su padre, mandatario y falso héroe pueden ser desempeñados por diferentes personajes según los diferentes cuentos.
- Las acciones son las que se realizan a lo largo de la historia y que componen el planteamiento, el nudo y el desenlace; cada cuento tiene un número indeterminado de acciones.
- Las funciones se producen por el significado de las acciones fundamentales dentro de la intriga global del relato; Propp enumera treinta y una en sus estudios sobre la morfología del cuento; según su trabajo, no en todos los cuentos han de aparecer todas, pero las que aparecen, siempre siguen el orden preestablecido.
Normalmente tienen una estructura interna muy sencilla que es fácil de seguir por los niños de prácticamente todas las edades ya que es lineal: planteamiento, nudo y desenlace que suele ser feliz (en casi todos los casos, Andersen, por ejemplo, no sigue esta pauta necesariamente). También usa fórmulas de entrada y salida que lo identifican: "Érase una vez..." y "colorín colorado..."
Motivos, personajes y arquetipos
En los apuntes hay una extensa clasificación que aquí me limito a señalar, destacando de cada uno de estos elementos lo que me parece que es más llamativo.
Motivos
Es propiamente la esencia del cuento. Permite clasificarlos y saber, coloquialmente "de qué va" ese cuento. No necesariamente se trata un solo motivo en un cuento. Los más importantes son: Tesoros ocultos, física o psicológicamente; viajes y búsqueda; fuga y persecución; el reino de los muertos o el reino de las hadas; la búsqueda del amor, el huérfano maltratado; el hermano más pequeño; la muerte y la resurrección; el sol y la luna, como realidad e irrealidad.
Personajes
Sobre los personajes, aunque hay muchos y muy variados, generalmente hacen una asociación de ética y estética que se ha mantenido hasta nuestros días. Lo bello suele ser lo bueno (no solamente en la apariencia física) y lo feo, es lo malo. Así poco a poco la virtud y la belleza por un lado, y por otro lado la vileza y la fealdad, suelen ir de la mano; a menos que el cuento pretenda hacer ver una evolución del personaje en el que la fealdad puede ocultar una gran virtud o un gran potencial (ej. El patito feo, Cenicienta).
Los personajes más importantes son: El héroe y/o la heroína; el enemigo; las hadas; los duendes; los gigantes; los ogros; las brujas; los magos; los genios; los animales mágicos; los objetos mágicos y los acompañantes.
Cada uno de esos personajes representa arquetipos simbólicos que pretenden conectar con las emociones del que escucha facilitando la identificación o el rechazo con los personajes. Los arquetipos más comunes son: La madrastra; el padre viudo y sometido por la madrastra; príncipes y princesas; resucitar con un beso; comerse a los niños.
Sobre este apartado, al leerlo despacio me ha venido a la mente una de las películas que, según sus propios autores, pretende recoger el imaginiario colectivo y folclórico de todas las culturas y todos los tiempos (cf. SEAY, Chris & GARRET, Greg, The Gospel Reloaded. Exploring Spirituality and Faith in The Matrix, (Colorado: Piñon Press, 2003), pp.10-11). Precisamente el amor y el arquetipo de resucitar con un beso, propio de los cuentos floclóricos se recoge en la escena final donde el villano mata al héroe pero resucita por un beso de amor. Echemos un vistazo:
Recopiladores, adaptadores y versionadores
Tal como decía al principio de esta entrada, en un momento determinado de la historia, concretamente a partir de la Edad Moderna, algunas personas decidieron fijar por escrito estas tradiciones orales. De tal manera que al atar para siempre el texto al papel tenían que hacer opciones a la hora de cómo hacerlo. La tradición oral le daba mucha flexibilidad, pero al fijarlo al texto literario había que hacer opción por uno de estos tres modelos:
- Recopilar: simplemente recoger textos, ser meros transcriptores tratando de ser lo más fieles posibles al texto original.
- Adaptar: tomar los relatos y, pensando en los destinatarios, adaptar el cuento con finalidades didácticas o moralizantes.
- Versionar: tomando elementos minimos como el tema o los personajes o los motivos, recomponían su propia versión del cuento.
En clase hemos visto un ejemplo de cada uno de ellos. Echemos un vistazo
Charles Perrault
Nacido en la Francia de Luis XIV, recogió y adaptó con intereses moralizantes toda una gran serie de 8 cuentos populares escuchados a la nodriza de su hijo y publicados bajo el nombre de Cuentos de un tiempo pasado, en 1697. Su objetivo era claramente instruir a los adolescentes cortesanos y burgueses de su tiempo. No tenía en su horizonte a los niños, sino a los adolescentes para educarles en el camino correcto. Es por tanto un adaptador.
Su estilo era simple y con mesura tratando de mezclar lo moral con el sentido del humor y la ironía. Aunque parte de hechos populares, en la mayoría de los cuentos se ridiculiza a las clases populares.
Los hermanos Grimm
Aunque posteriormente se dedicaron a adaptar los cuentos para los niños eliminando elementos morbosos, lo cierto es que son los grandes recopiladores, que trataron de reunir los relatos más importantes respetando su narración original.
La primera recopilación de relatos se publicó en 1812, bajo el título de Cuentos del Niño y del Hogar. Las últimas ediciones llegaron a recopilar hasta 200 relatos. Intentaban recopilar los cuentos tradicionales alemanes pero descubrieron que eran comunes a toda Europa. Recogieron en sus páginas un mundo mágico y maravilloso que no entendía de espacio y tiempo.
Hans Christian Andersen
Nacido en Dinamarca en 1805, amante de los Hermanos Grimm, y de todo tipo de historias, hizo su propia versión de hasta 164 historias. Muchas de ellas llegaron a ser hasta más famosas que las propias en las que se basaba.
Como novedad, cabe destacar que muchos de sus cuentos no tenían un final feliz porque este autor era muy sensible a las personas desdichadas y los pobres. Toca temas y motivos diversos pero que apuntan a la emoción y sensibilidad de los niños, sus principales destinatarios.
En España
En nuestro país hubo dos grandes recopiladores principalmente:
- Fernán Caballero, pseudónimo de Cecilia Bölh von Faber, que recopiló muchos cuentos andaluces y algunos los adaptó.
- Saturnino Calleja, editor y recopilador de cuentos infantiles y económicos.
Uso de los cuentos folclóricos en el aula
Estoy totalmente de acuerdo con las afirmaciones que se hacen en los apuntes del tema, sobre el interés pedagógico para desarrollar la oralidad y las estructuras gramaticales mediante el cuento, también con el interés psicológico sobre el simbolismo de los cuentos y como trabajar con ellos lo emocional en los niños.
Lo cierto es que tendríamos que hacer un esfuerzo para adaptarlos al hoy de los alumnos. Para los niños, los lobos por poner un ejemplo no tienen los ecos que tienen en las personas que han visto el estrago que puede hacer un lobo en un pueblo o por ejemplo desde Harry Potter, las brujas no son lo que eran porque son atractivas y guapas...
Hay un autor, Greg Garret, que escribe ensayo filosófico y teológico que hace una serie de afirmaciones muy interesantes en su libro La fe de los superhéroes, que nos pueden dar pistas sobre cómo aprovechar el potencial de los nuevos protagonistas, el folclore "POP(ular)" actual, para narrar de forma nueva las viejas historias a los niños y jóvenes de hoy. Entresaco algunas frases significativas:
Los relatos que nos emocionan son los que más necesitamos oír para vivir en plenitud (pág. 11), [...]Como mínimo, los héroes del cómic se han convertido en parte de nuestra mitología (pág. 23) [...] Como sucede con todos los relatos, en los cómics hay elementos que pueden cambiar nuestras vidas, reconocimientos que pueden transformar nuestras consciencias y una oscuridad que puede marchitar nuestras almas (pág. 27) [...] Cualquier historia de héroes nos muestra el bien de que somos capaces (pág.29)
[...]Un héroe o heroína, es alguien que consagrado su vida a algo más grande que a sí mismo o a sí misma (pág.33)(Cf. Garret, Greg, La fe de los superhéroes (Santander: Sal Terrae, 2009), pp.11-33)
Hay que respetar el contenido, en el fondo aunque el tema varíe, la historia que nos atrae es la misma (la superación personal, el ser el dueño de nuestro destino...), para que los niños se dejen tocar por estas historias que dan luz a la Historia. Los maestros no debemos cortar la reflexión, ellos mismos deben llevarla a término.
Un apunte sobre el machismo y el feminismo de estos cuentos
Me ha gustado mucho la aclaración y la novedad de la parte final de los apuntes. Muchas veces se ha tildado de machistas a estos cuentos, pero lo cierto es que desprenden un feminismo sano, en el que las mujeres, lejos de estar a la espera del príncipe azul que las rescate, ellas mismas deciden su propio destino.
El problema principal es que las versiones que se han hecho más populares, las que los niños manejan y las que han visto una y otra vez repetidas por activa y por pasiva son las de la Factoría Disney, que sí que están impregnadas de un corte machista en el que la mujer, incluso siendo protagonista, debe plegarse a las exigencias del hombre. El caso más llamativo es el de Mulan, una princesa que para ser feliz debe ser prácticamente un hombre.
Habrá que volver a los clásicos y recontarlos adecuadamente para eliminar esas interpretaciones que se han metido en todas aquellas personas que no se han acercado a leerlos detenidamente. Muy interesante sobre este particular del machismo en el cine, es la entrada "En el día de la mujer haz el test de Bechdel" del blog del profesor de Eduación Audiovisual, Sergio García Cabezas. Puede ayudarnos a analizar desde este punto de vista los Cuentos Folclóricos... seguro que superan el test.
El artículo es perfecto, pero faltan por incluir las webs prácticas relacionadas con el tema para que pueda calificarte la entrada con la nota máxima.
ResponderEliminarDe acuerdo, pongo una serie de webs prácticas en todos los artículos.
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