7 de diciembre de 2014

#ADVIENTO: 2ª Estación ¡Allanad!

Segunda Estación: ¡ALLANAD!

 En este particular viaje hacia el corazón de la Navidad que es el Adviento, llegamos a la segunda estación. Tiene un nombre, una palabra que quizá no usemos mucho en nuestro día a día, pero que es una actitud muy, muy propia del ADVIENTO... 

Escuchamos la Palabra...


Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Mc 1, 1.8)
Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el profeta Isaías: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos." Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo."
Palabra del Señor

Reflexión
Cuando escucho palabras que no uso con frecuencia me gusta acercarme al diccionario y buscar su significado. Suele ser muy inspirador para conocer mejor el sentido profundo de lo que significa, y más concretamente en el marco del este domingo de Adviento. Echamos un vistazo al DRAE: 
Allanar. (De llano).
1. tr. Poner llano o plano. U. t. c. intr. y c. prnl.
2. tr. Dejar o poner expedito y transitable un camino u otro lugar de paso. U. t. en sent. fig.
3. tr. Derribar una construcción.
4. tr. Rellenar un terreno hasta que quede al nivel del suelo.
5. tr. Entrar en casa ajena contra la voluntad de su dueño.
6. tr. Vencer o superar alguna dificultad o inconveniente.
7. tr. Am. Registrar un domicilio con mandamiento judicial.
8. tr. desus. Pacificar, aquietar, sujetar.
9. prnl. Dicho de un edificio: Venirse abajo.
10. prnl. Conformarse, avenirse, acceder a algo.
11. prnl. Dicho de una persona: Igualarse o ponerse a la misma altura de otra u otras que normalmente le son inferiores.
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Es curioso que en lo que se refiere a los caminos y las construcciones, allanar, se use indiferentemente para derribar una construcción o para levantar un terreno. Sin embargo en la acepción 11, la que se refiere a las personas solamente hace referencia a abajarse...

En el Evangelio, "allanar" está en referencia directa con el "camino del Señor"... ¿Cuál es ese camino? Evidentemente no es un camino exterior, no es algo de fuera, aunque tenga referencias y repercusiones exteriores... Es un camino interior, un camino que exige hacer una reflexión profunda de cómo voy vivendo mi vida y qué cosas tengo que levantar y qué otras abajar.

El camino del ADVIENTO, el del Señor, requiere de la acepción número 6: "vencer o superar alguna dificultad o inconveniente"... Dios no va a venir a hacer nuestra parte. Somos nosotros los que tenemos que allanar, "allanad" es imperativo. Si miramos con los ojos de Adviento, en esta estación particular de nuestro "Cercanías", descubrimos muchas situaciones que están exigiendo por nuestra parte ser allanadas para que el Señor pueda llegar.

Creo que las desigualdades mayores, no se dan en el terreno y eso que seguramente los que hemos viajado por las modernas autovías gallegas sabemos bien lo que significa allanar. Los puentes y los túneles hacen el terreno llano. Las desigualdades mayores que se dan en nuestra sociedad, las que están pidiendo a gritos ser allanadas a base de tender puentes, son las económicas y sociales.

Mientras que muchos de nosotros (yo el primero), nos dejamos seducir por las compras, por unas cenas empalagosas, por el atractivo del exceso... a pocos metros, en mi misma ciudad, barrio o calle, hay otras personas que con dificultad pueden comer algo caliente, no solamente esa noche si no todas... ¿Hacen falta más pistas? ¿Hace falta otra desigualdad mayor que mientras que unos ponen una media de 2 a 3 kilos de peso, otros no tienen qué comer?

¿Allanar? Levantar puentes. Levantar lo que está abajo, abajarse... La Encarnación es el abajarse de Dios a compartir el futuro, la necesidad y la dificultad de los seres humanos. El abajarse más alto, más grande, más intenso y profundo es la Encarnación de Jesús.

Él sí pudo elegir dónde nacer, nadie más. Y aún así, eligió la pobreza como carta de presentación, la periferia, el margen de la sociedad que puso el cartel de "COMPLETO", como en los Parkings del centro de Madrid durante este puente de compras compulsivas para bordar los manteles de las mesas del exceso.

Completo, lleno, no hay sitio para el último, para el que está abajo. La invitación de este domingo es muy directa: ALLANAD los CAMINOS del SEÑOR. Y somos nosotros los que tenemos que hacerlo. El Adviento no es solamente algo espiritual. Es algo material, directo, que exige nuestra implicación, remangarnos para levantar al que está abajo.

Dios no va a venir a hacernos la cama o la comida o a cuidar del que está enfermo, o a acabar con la pobreza... ya ha hecho su mayor creación, su mejor instrumento de paz y de amor, su mejor tuneladora, su mejor arquitecto, su mejor ingeniero de puentes, caminos y puertos: ¡TÚ!

Dejémonos llenar por este espíritu del Adviento y pongámonos manos a la obra... ¡Hay tanto por allanar, por levantar! ¿Vamos juntos? Te espero en la siguiente estación...

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