#ADVIENTO: 1ª Estación - ¡VELAD!

I Domingo de ADVIENTO 2014

La vida es como un viaje en tren... Unos suben, otros bajan... En este primer domingo de ADVIENTO te invito a montar en este particular tren que nos quiere llevar al centro de este tiempo litúrgico... 

No necesitas billete, solamente deseo de cambio, esperanza y justicia a partes iguales.... ¿Montas? 

Lectura del Evangelio según San Marcos (Mc 13,33-37)

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 13, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

Mirad, vigilad: pues no sabéis cuando es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!

Palabra del Señor.

Reflexión

En medio de ese intento de hacernos consumir más que es el "Black Friday", este evangelio nos zanrandea y nos intenta hacer ver que merece la pena darse cuenta de lo que vivimos, dónde estamos, quiénes somos y volver a lo profundo. 

A veces me descubro tratando de recordar donde tengo aparcado el coche o peor aún, a veces me sorprendo camino del colegio cuando cojo el coche aunque sea sábado... En ocasiones creo que vivimos una vida en la superficie que no nos hace gustar lo que hacemos, y con demasiada frecuencia lo que somos. La rutina, que es verdad que nos da seguridad, va creando a nuestro alrededor una "zona de confort" demasiado sabida, demasiado conocida para suscitar el cambio. 

Hay una técnica conocida como "mindfulness" que pretende hacernos conscientes de lo que vivimos. Jesús es el maestro del mindfulness y nos pide: ¡VELAD!, daos cuenta de dónde estáis, de qué estáis haciendo y hacia donde va vuestra vida... Antes de que venga el dueño, antes de que no haya posibilidad de cambio. 

Esta estación, "VELAD", nos invita a profundizar, a perforar todas las luces, los gastos, las comilonas para descubrir dónde está la esencia de la vida. Para el que vive esta actitud de ADVIENTO, el viaje deja de ser rutinario. Probad a mirar lo que nos sucede con atención, a saborear cada encuentro, cada conversación, a mirar con atención lo que nos ocurre y sobre todo a escuchar a cada persona. 

VELAD, es un reclamo a tomar consciencia de ti mismo, de ti misma, a escucharte y a eliminar ese bronceado digital con el que te has "superficializado" a base de estar delante de pantallas de todos los tamaños, ese bronceado digital que recubre tu piel, sumiendo tu existencia en una interacción ficticia. 

Este es mi propósito en nuestro viaje de ADVIENTO para esta semana: cambiar los mensajes de whatsapp, los tweets y los chat de facebook por algún encuentro real, por una conversación profunda con las personas con las que me relaciono. Por "levantarme" en el vagón de mi tren y acercarme a escuchar y a hablar con alguien que va montado ahí, pero que, cegado por el brillo de mis pantallas no había visto bien, o mejor MIRADO bien, que no es lo mismo. 

VELAD. Aprovechad bien el viaje. Que el ADVIENTO no sea otra rutina de colores morados antes de ponernos "morados" en la mesa desigual de la cena de Nochebuena. Que el ADVIENTO sea una invitación a practicar el mindfulness de la solidaridad cotidiana que supone darle valor a la persona que tenemos cerca, escuchando activamente, haciéndole sentir importante. 

Creo que así será más fácil darse cuenta de que Dios no tiene que venir, porque ya está y que ahora solamente recordamos y celebramos su presencia entre nosotros. Lo más humano se hace divino. Es el lenguaje de Dios, eso es la Encarnación. 

Buen viaje a todos. Seguimos en camino. ¿Te apuntas? Es exigente, pero es que todo cambio, todo lo que implique dar un pasito más allá de los límites que nos hemos puesto en nuestra zona de confort, es complicado... Pero es la manera de crecer... En lo espiritual, el que no crece, decrece. Siempre estamos en movimiento, en viaje... Menos mal que Jesús está en las "Cercanías"... ¡TEN-FE!