26 de julio de 2016

Rutinas de pensamiento y clase de Religión

 Arco del Triunfo, Medinaceli (Soria) foto: @JesusMGallardo 
Usar las rutinas de pensamiento en clase  

La innovación pedagógica pasa por hacer que las metodologías activas y las herramientas didácticas innovadoras formen parte de la realidad del día a día de nuestras aulas. 

Podemos encontrar diversidad de opciones. Las rutinas de pensamiento son pequeñas estrategias que se utilizan reiteradamente en el aula con las que se pretende entrenar diversas secuencias de pensamiento para hacerlo visible. Además, son fáciles de aplicar y con resultados positivos en nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje de la asignatura de Religión Católica.

Fundamentos de las Rutinas de Pensamiento

Una de las tareas más importantes que tenemos como educadores es enseñar a pensar. Además, el método que empleamos en la asignatura de Religión exige que nuestros alumnos sean capaces de ser críticos e ir más allá de lo que aparece. 

Un recurso interesante para promover la cultura del pensamiento en el aula lo constituyen las llamadas «rutinas de pensamiento», actividades pautadas según unos sencillos modelos que estimulan el pensamiento y favorecen la actividad reflexiva por parte de los alumnos, y además, hacen visibles los procesos de pensamiento. Esto ayuda enormemente a que el alumno tome conciencia de su manera de pensar y de cómo piensan los demás, además de ayudarle a descubrir con más profundidad su entorno. 

Os dejamos aquí un ejemplo de cómo podemos usar las rutinas de pensamiento para trabajar un tema transversal de los propuestos en el currículo como son los Derechos Humanos y la actualidad, para presentar y conocer lo que los alumnos saben acerca del bloque de contenidos número 1 de todos los cursos de EP y ESO: «El sentido religioso del hombre».   

Rutina de Pensamiento: Veo, Pienso, Me pregunto

Para el profesor Esta rutina ayuda a los alumnos a hacer observaciones cuidadosas e interpretaciones reflexivas, así como a estimular la curiosidad y preparar el camino para la investigación. Se compone de tres acciones que deben desarrollar los alumnos:
  1. Debemos ser rigurosos y exigir que se describa lo que realmente se ve. Tendemos de forma natural al juicio y al pensamiento y por eso no analizamos bien la realidad. En este primer momento hay que exigir que se centren en lo que ven, que incluso lleguen al nivel de lo más simple sin interpretarlo. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que las acciones son subjetivas.
  2. Este es el auténtico momento de exponer realmente lo que se cree, lo que se piensa, relacionado o no con lo que se ha visto, es la interpretación. Todos los pensamientos son válidos porque pensar tiene valor por sí mismo.
  3. Me pregunto. El grado máximo de abstracción es la pregunta. Los alumnos libremente, partiendo de lo que han visto y han interpretado, dejan que sus preguntas orienten sus intereses en el tema.
  Consejos para la aplicación
  1. Antes
    1. Mantener el silencio en clase dejando que cada uno pueda llevar a cabo su reflexión.
    2. Se pueden usar pósits u otro material, pero es importante que el pensamiento se haga visible y quede visible durante todo el desarrollo de la unidad didáctica posterior.
    3. Motivar a los alumnos y hacer hincapié en que hagan solo lo que se les pide en cada una de las tres partes de la rutina.
    4. Debemos mantener un estado óptimo de alerta, por lo que debemos, por un lado, medir el tiempo y, por otro, no dar demasiado. No queremos que den respuestas perfectas ni las que nosotros queremos oír, sino que piensen.
  2. Durante
    1. Se proyecta la imagen que se ofrece más abajo.
    2. Mantener el silencio. Si alguien habla en voz alta, se corre el riesgo de que dirija nuestro pensamiento. Por ejemplo, querido lector, si yo te digo ahora: «No pienses en un oso blanco», es imposible que no pienses en él. Por eso, no debemos dejar hablar a nadie, porque dirigiría los pensamientos y las observaciones de los demás y perderíamos el pensamiento divergente.
    3. El profesor debe adoptar un rol activo y pasear entre los alumnos observando su trabajo.
  3. Después
    1. Es muy importante hacer visible el pensamiento, por lo que cada uno deberá leer ante los demás lo que ha anotado.
    2. El profesor debe preguntar, hacer ver con preguntas si lo que ha anotado en el apartado «Veo» tiene coherencia y puede ser tomado como algo objetivo.
    3. Es importante que todos los alumnos participen, pegando sus pósits y comentando toda la secuencia completa (Veo, Pienso, Me pregunto).
    4. Las preguntas que surjan no tienen que ser respondidas en el momento; el profesor puede darles respuesta durante las sesiones teóricas. De esta manera se conecta el tema con sus intereses.
    5. Hay que hacer referencia a lo aprendido con la rutina, por lo que debe estar visible durante el desarrollo de las sesiones de la unidad.
Esta es la fotografía que os proponemos 

Atardecer en la Dehesa de Majadahonda, por @JesusMGallardo


VEO, PIENSO, ME PREGUNTO…
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Profesor de Religión Católica

Esta entrada ha sido publicada originalmente en http://profesoresreligioncatolica.edebe.com/

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