21 de septiembre de 2019

Algunas ideas sobre el liderazgo y el autoliderazgo basadas en el libro "El lobo que quería ser líder" de Consol Iranzo #SerProfeMola

El profesor como líder

El autoliderazgo es fundamental para poder llegar a ejercer el liderazgo. Un buen líder es el que está al servicio de los que lidera, para ayudarles a sacar su mejor versión, y alcanzar los objetivos de la institución. 

Estas ideas inspiradas en la lectura del libro El lobo que quería ser líder de Consol Iranzo nos pueden ayudar a mejorar en nuestro proceso de convertirnos en el educador que podemos llegar a ser, el que necesitan nuestros alumnos. 






La confianza, base de todo
  • Confianza en uno mismo: Un líder debe tener total confianza en sí mismo. Por ello, debe aprender a valorarse y a quererse, a defender con asertividad sus criterios y opiniones, sin por ello olvidarse de valorar y aceptar otras ideas distintas de las suyas. 
  • Confianza en los procesos: Los cambios necesitan un cierto tiempo para consolidarse. Modificar comportamientos y cambiar, por tanto, la forma de ser, es totalmente factible, especialmente si se tiene en cuenta el interés y la voluntad. Todos los aprendizajes requieren cierto tiempo. 
  • La actitud es fundamental para lograr todas las metas por muy difíciles que puedan parecer.
  • No hay que dejarse llevar por los miedos. Todas las experiencias que se acumulan en la vida  ayudarán, entre otras cosas, a elegir y decidir, y por tanto, a liderar la propia vida.
  • A la hora de analizarnos a nosotros mismos, podemos equivocarnos pues ya sabemos que a veces no tenemos un juicio exacto ni objetivo sobre nosotros mismos. Es bueno contrastar con otras personas. 
  • Hay que ser consciente de la importancia que tiene e ser coherente entre lo que se dice y los comportamientos que se tienen, las palabras no pueden ser solo promesas, sino que hay hechos que las deben avalar.  
  • Nadie tiene la facultad de cambiar a nadie, pero sí podemos provocar que el otro decida cambiar. 


Aprender del pasado

  • Debemos aprender de todas las experiencias, especialmente de aquellas que en apariencia no son positivas. 
  • Es bueno analizar el pasado: ¿Cuánto tiempo de mi vida ha he pasado con comportamientos que se han convertido en hábitos y que han provocado que anidaran en mí emociones como la agresividad, la indignación, el miedo, la envidia y la tristeza?
  • El primer aprendizaje es pedir ayuda. 
  • El pasado forma parte de nuestra experiencia y hay que valorarlo de forma positiva puesto que siempre es un aprendizaje, pero lo que es evidente es que no podemos cambiarlo, por tanto, hay que poner toda nuestra energía en construir el futuro que soñamos y deseamos.
  • El pasado no se puede cambiar, pero es un referente para no actuar de la misma forma. Es un buen maestro, si se analiza con ganas de aprender. 
  • Tenemos tendencia a anclarnos en los viejos hábitos, además de modo acrítico. Por eso hay que analizar qué es lo válido y aceptable de un hábito y qué habría que eliminar. 


Proceso de toma de decisiones
  • Cuando las decisiones son importantes, hay que dedicarles el tiempo que se considere necesario. Debemos ser cautelosos, analizar pros y contras, antes de tomar según qué decisiones. 
  • Nunca nadie toma decisiones con la intención de equivocarse, hay que analizar las causas de las decisiones, lo que lleva a las personas a tomarlas. 
  • Es necesario no cegarse en el orgullo, admitir otros puntos de vista diferentes de los propios, aprender que nadie está en posesión de la verdad absoluta y que, aunque el líder esté convencido de algo o quiera defender sus ideas, también tiene que respetar las de los otros. 
  • Se debe aceptar un no por respuesta y no vivirlo como un rechazo hacia uno mismo, sino hacia la petición en sí misma.
  • Cada uno vive y crea su propia realidad en función de cómo interpreta los hechos y las propias experiencias. Por tanto, tener perspectivas diferentes y en consecuencia, cambiar las propias interpretaciones de las situaciones, puede conseguir que la forma de solventarlas sea totalmente diferente. 
  • Es muy importante saber distinguir bien entre opiniones e información contrastada. En ocasiones sucede que nos dejamos condicionar por opiniones sin tener verdadera información. Podemos y debemos escuchar opiniones, pero al final, las decisiones son propias y tenemos que asumir las consecuencias de las mismas.  
  • A veces no nos atrevemos a preguntar y, por el contrario, suponemos o imaginamos lo que otros piensan, y eso muchas veces solo conduce a malentendidos.

Elementos para ser un buen líder
  • Lo primero que que hay que saber es liderarse a uno mismo- 
  • Ser humilde y no creer nunca que eres el mejor. 
  • Aprender de los demás y sus experiencias. 
  • Ser más cercano y procurar conocer las necesidades e inquietudes de los otros y ver cómo  ayudar. 
  • No dejarse llevar por los prejuicios. Cuando se emiten juicios sobre los demás estos deben estar fundamentados en información veraz y contrastada y decirlos en los lugares que ayuden a crecer a las personas. 
  • El buen líder deber aprender a que de todas las experiencias, aún las más negativas, se pueden sacar aprendizajes fundamentales. 
  • Debe confiar en otros y generar mutua confianza. Si yo no muestro confianza en los demás, ¿cómo lo van a hacer ellos? Con mi conducta genero las percepciones que los demás tienen de mí, las conductas es lo que perciben, no las intenciones. Primero tengo que mostrar que se puede confiar en mí, siendo sincero y cumpliendo con aquello con lo que me comprometo.,
  • Aprender a observar con nuevos ojos, no dejarse condicionar por el pasado. 
  • Admitir otras perspectivas, no pensar que solo existe una realidad.
  • Tratar de ser realista y no pensar que se puede cambiar en un corto periodo de tiempo lo que se ha enquistado durante tantos años. 
  • Una de sus principales misiones debe ser priorizar el bienestar del grupo, guiarlo adecuadamente, sin olvidar potenciar la cooperación entre todos y conseguir su total colaboración para conseguir los objetivos que se definan. 
  • Una de las responsabilidades del líder es, además de guiar adecuadamente, que todos los miembros del grupo puedan aprender, crecer y desarrollar al máximo sus capacidades
  • Lo más importante es el grupo y los objetivos de la institución, por ello no debemos pensar tanto en nuestras individualidades, sino en el beneficio de todos.
  • Debe saber cuidar a las personas. Es necesario que sepa guiarles, hacia dónde nos dirigir al grupo dependiendo de dónde esté. 
  • Debe saber mantener la cohesión del grupo, facilitando la integración de todos sus miembros.
  • También, debe saber gestionar los conflictos internos que puedan surgir entre los diversos miembros.
  • No debe ser individualista y saber, si es preciso, sacrificarse por los demás.
  • Debe saber cómo son las personas que lidera, qué necesidades tienen, qué expectativas, qué aporta cada miembro del grupo al mismo, cuáles son sus cualidades y qué deben aprender.
  • Debe ser coherente e íntegro, que haga aquello que dice que va a hacer. 
  • Debe ser capaz de tomar decisiones y que no tenga miedo, aunque a veces puedan no ser las más populares o beneficiosas para alguno de los miembros, siempre debe prevalecer el bienestar del conjunto.
  • Debe saber impregnar de energía positiva al grupo y ser capaz de enfrentar las dificultades con optimismo.
  • Tiene que tener carisma y provocar entusiasmo en todos los miembros del grupo
  • Que sea cercano, que muestre sus emociones
  • Que sea suficientemente humilde para pedir ayuda.
  • Para el líder es de vital importancia tener un conocimiento profundo de las personas que lidera para conseguir que el equipo que conformaban fuera cohesionado y de esa forma se pudieran alcanzar todas las metas que tiene el grupo (p. 165)
  • Hay que valorar y controlar que el líder cumpla con los compromisos adquiridos y si no lo hace debe ser destituido (p. 184)El líder debe asumir que si no es el mejor para responder a las necesidades del grupo, es mejor que se elija a otro líder. (p. 186)

Características del mal líder 
  • Es algo dictador, en consecuencia, no acepta que nadie le cuestione sus decisiones.
  • Solo se rodea de gente que le dice a todo que sí.
  • Las personas lideradas no lo sienten cercano
  • Ejerce su obligación sin entusiasmo
  • No es capaz de transmitir entusiasmo. 
  • No dedica tiempo a compartir espacios con las personas que lidera
  • No se preocupa por conocer a las personas en profundidad. 
  • No contribuye al desarrollo de las personas que lidera. 
  • Los tiempos cambian y las necesidades también, el mal líder no se da cuenta de ello y persevera en su cargo a pesar de que no sepa ofrecer ayuda para poder satisfacer las nuevas necesidades del grupo y de la institución. 


Son algunas ideas a "vuelapluma", espero que nos hagan reflexionar sobre nuestro liderazgo, porque en el fondo educar es liderar para que nuestros alumnos lleguen a ser su mejor versión. 

Jesús M. Gallardo Nieto




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