25 de septiembre de 2012

Desde mi ventana...

Va a hacer ya mismo un mes que conseguí un piso de alquiler en Majadahonda y al poco de instalarme, me dio un día por mirar por la ventana y me encontré esto...




Lo que me llama más la atención no es el contraste brutal entre una casa de vivienda baja donde viven varias familias con una urbanización donde hay hasta piscina, no eso, me llama la atención, pero lo que más me descoloca de todo, es la tapia. Unos 25 centímetros de grosor separan el "primer mundo" del "cuarto mundo", una realidad separada de otra por 25 centímetros, historias y vidas con expectativas diversas separadas por 25 centímetros, eso sí, opacos.

Me gustaría pensar qué sucedería si la tapia fuera transparente, si los de la urbanización vieran a los de la casa de planta baja mientras se bañan y los de la casa baja ven a los otros. Quizá no estaría la cosa tan tranquila, la verdad que es que por desgracia el refrán castellano de "ojos que no ven, corazón que no siente" funciona demasiado bien... 

Vi la película "In time" y me gustó mucho como película y alguna frase que impactaba. Hay una en concreto que me llegó mucho. El chico, criado en un barrio sencillo y pobre le dice a la chica que cómo es capaz de vivir viendo mucha gente morir a su alrededor, y ella le contesta simplemente: "no miras" (Trailer de la película). 

La técnica del avestruz, esconder la cabeza mientras todo lo que hay alrededor pasa, no sirve para solucionar nada. Y sin embargo es lo que más usamos. Enfrentarnos a las situaciones nos descoloca y nos saca de nuestra comodidad y, sinceramente, preferimos seguir tranquilitos escondidos en nuestros problemas, aunque estos salten a la vista con tan solo mirar por la ventana. 

¿Cómo podemos hacer algo? ¿Cómo podemos hacer para que la realidad se transforme? Si siempre hacemos lo mismo, estamos condenados a conseguir los mismos resultados (Einstein) Pero ¿quién es el "guapo" que se rebela y se lanza a cambiar lo que está pasando? Bufff... 

Todo esto me pasa por el corazón y la cabeza cada vez que me siento a mirar por mi ventana... Le pido a Dios que estimule mi corazón y el compromiso llegue hasta las manos. 

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