18 de octubre de 2012

Fe en los demás - "¿Sabes qué se necesita...?


En el nombre del Padre…

Breve ambientación
La fe, para poder ser una experiencia religiosa, exige ser antes una experiencia humana. 

Sin fe en lo humano, sin fe cotidiana, no podemos vivir. Imagina que desconfías de todos los que tienes cerca, o de quienes te preparan la comida, o de tus padres por si por la noche te atacan… No podemos vivir sin fe en los otros… Este anuncio de un banco recoge muy bien y de modo optimista este aspecto… Escucha… 





Aquí te dejamos el texto del anuncio
«¿Sabes lo que hace que un país funcione? La confianza. Confiamos en quien nos quiere y en quien nos cuida; en quienes pelean todos los días en una lucha sin medallas; en quienes no nos decepcionan, sabemos que podemos contar con su talento, con su entusiasmo. Confiamos en nuestra capacidad de unirnos en los malos momentos porque ya lo hemos hecho antes  confiamos en quienes hacen todos los días todo lo posible y en quienes han decidido no rendirse. Y nunca, nunca vamos a dejar de confiar en el futuro, porque el futuro tiene nombre y apellidos. Nuestro país está lleno de personas, ideas y proyectos en los que se puede confiar.»

REFLEXIÓN
Este anuncio no presenta todo lo que presentan las noticias ordinariamente. No habla de robos, crisis, asesinatos, extorsiones, sufrimiento… No. Y todo eso es verdad. Pero no es menos verdad lo que dice el anuncio y sin dejar de ser cautos y sin dejarnos llevar por un optimismo demasiado idealista, tenemos que reconocer que es verdad que hay personas que no nos decepcionan, que están a nuestro lado y que nos estimulan a ser mejores. Merece la pena tener fe en esas personas. ¿Quiénes son las personas de tu confianza? ¿Quiénes son las personas que son importantes para ti? ¿Qué personas son dignas de fe para ti? Piensa en ellas, agradece sus vidas y reza por ellas hoy. Agradece sus vidas y da gracias con Jesús porque todo esto se lo ha enseñado a los sencillos: 

Lectura Bíblica: Lectura del Evangelio de Lucas  (Lc 10,21-22)
«En aquella ocasión, con el júbilo del Espíritu Santo, dijo: ¡Te alabo, Padre, Señor de cielo y tierra, porque, ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla! Sí, Padre, ésa ha sido tu elección. Todo me lo ha encomendado mi Padre: nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre, y quién es el Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo decida revelárselo.» Palabra del Señor

Oración
Nuestra oración de hoy, por las personas en las que confiamos: Padre Nuestro... 

María Auxiliadora de los Cristianos...


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