25 de octubre de 2012

No valoras algo hasta que lo pierdes...


Material para la oración de la Mañana

En el nombre del Padre…

Breve ambientación
Se acerca el día de los difuntos: celebración que tiene lugar el día 2 de noviembre, cuyo objetivo es recordar a los que ya no están entre nosotros. Pensemos en la  frase: “No valoras algo hasta que lo pierdes”. 

Muchas veces estamos “ciegos”, no miramos más allá de nosotros mismos, no valoramos a la gente que nos rodea, no VEMOS. Ver, no es solo mirar; es sentir, es disfrutar, es compartir…es ¡VIVIR! ¡Quitémonos el antifaz que no nos deja ver y miremos!

Para comprender mejor… 
Una dinámica
A cada curso se le entrega un antifaz, y en él escribimos todo aquello que  nos impide “ver”. Ejemplo: el egoísmo, el materialismo, la comodidad…


Una reflexión
Reflexionamos sobre estas frases: 

  • Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir. (Gregorio Marañón)
  • La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa. (Albert Einstein) 

Por último te invitamos a reflexionar con la canción “El secreto de vivir”  de Hombres G

Te dejamos aquí la letra 

Mírame, ahora tienes que intentar, 
levantarte un día más, intentar todo otra vez. 
A pensar que todo puede cambiar, 
que no es fácil ya lo sé, pero se puede lograr mírate, 
mira bien dentro de ti busca siempre la verdad y 
descubre el secreto de vivir 

SALDRÁS VOLANDO AL VIENTO Y SENTIRÁS 
EL CIELO DENTRO DE TI
¡NANANANANANANA, NANANANANANA! 
SABRÁS QUE NO TE MIENTO, 
ESE ES EL SECRETO DE VIVIR 
¡NANANANANANANA, NANANANANANA!

Sabes que si pretendes ser feliz 
deja de pensar en ti, 
dale algo a los demás 
Quiéreme, como la primera vez 
aceptarse sin pensar 
y verás como algo en ti vuelve a nacer

ESTRIBILLO

Si no lo entiendes, 
no te puedo ayudar yo sé que hay gente 
que es incapaz de soñar y ser valiente 
y atreverse a sentir 
ese es el secreto de vivir

ESTRIBILLO

Oración
Ponemos el día en manos de María. Dios te salve…

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