Ayer casi toda la prensa se hizo eco de una "gran hazaña para la humanidad", romper la barrera del sonido y no sé cuántos records más... De lo que se ha hablado poco, quizá los cristianos seamos más sensibles en este mes en que miramos la misión de la Iglesia y por eso nos descoloque un poco.
Claro que ha habido reacciones de todo tipo, sobre este particular. En el ambiente en que me muevo he escuchado de todo: "Si se puede hacer, ¿por qué no? No tiene que tener un "para qué" que sea claro, es un reto y ya está"; otro amigo me decía: "de lo económico no hay que preocuparse, lo pagamos todos los que bebemos Red-Bull"... y otros comentarios así...
Yo me pregunto si el progreso va en esa línea... Creo, sinceramente, que no puede haber progreso de verdad, mientras que siga muriendo gente de hambre... Invertir en desafío extremo hace que una marca siga con su idea y lema de "dar alas"... Es más fácil mirar al cielo para ver caer un hombre, que mirar a la tierra para ver cómo caen muertos de hambre otros hombres y mujeres.
La paradoja nos debería tocar el corazón y no por cristianos, sino por humanos. No nos cuesta alentar este hecho, que "es una hazaña para la humanidad", y nos cuesta rascarnos el bolsillo para el DOMUND, no nos cuesta tomar una bebida que es un capricho, es más, ahora vende más porque será la marca que da alas tan grandes que se llega a la estratosfera, y nos cuesta mucho pringarnos en la realidad que tenemos aquí.
Me gusta mucho la presentación que hace este año las Obras Misionales Pontificias (OMP) de la campaña del DOMUND. Pone el acento en el "desde dónde" hacen su labor, no son héroes, son creyentes y nos estimulan a poner en por obra nuestra fe burguesa de "misa y pincho" que no se compromete... ¡¡Colabora!! Los héroes no existen...
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