26 de mayo de 2014

Menos Cristiano que Ronaldo... No saber ganar

El "ejemplo educativo" de los deportistas de élite

Tengo que reconocer que no soy muy de fútbol. Me gustaba la filosofía del Fútbol Club Barcelona de Cruyff (menos Stoichkov) y la de Guardiola (menos Alves)... Y yo creo que acabé siendo del Barcelona (nótese que no uso "Barça" porque no me gusta mezclar churras con merinas) porque todo el mundo a mi alrededor era del Madrid y casi por estadística me tocaba a mí. Pero mi reflexión de hoy no la hago como hincha de fútbol (que soy poco, pero me vale para acercarme a los alumnos y sacarle punta a lo que pasa), sino como educador, sorprendido y un poquito triste por los modelos que proponemos a nuestros adolescentes...

La noche del 24 de mayo era difícil no ver el partido, en parte porque la mayoría de cadenas había tirado la toalla (salvo la 2 que seguía fiel a sus principios, ¡viva la 2!) y ni si quiera había intentado hacer algo de "contraprogramación"; en parte porque le habían dado tanto bombo y platillo que aunque sea por "borreguil" estadística había que verlo (así funciona el "pan y circo" latino). Así que allí me planté, con algún zapping a otras cadenas, pero siguiendo la línea general de un partido que para ser una final "histórica" para el Madrid, estaba siendo dominada por el Atleti... 

Sin embargo cuando todo estaba perdido, salió el que luego llamaron héroe de la noche, en tiempo de descuento y metió un gol que lo cambió todo... El Atleti después de una temporada brutal, de un sobreesfuerzo, de jugar "muchas" finales, se vino abajo y un Madrid oportunista, pero que sabe lidiar con estas cosas de última hora, goleó sin piedad tratando de emborronar la calidad deportiva del Atleti.

Lo que más me llamó la atención del partido fue quizá que la súperestrella, la que mis adolescentes siguen como si fuera un semidios, como Hércules en la tierra, Cristiano Ronaldo, estaba a medio gas sin dar su brillante aura a conocer. Hasta que la desconsiderada suerte, le dio la posibilidad de tirar un penalti. Yo alucinaba porque cogió el balón como los matones de recreo, con esa posesión chulesca que nadie se atreve a cuestionar en el cole cuando un mayor te quita el balón, anda que se lo iba a ceder a otro, anda que después de un partido mediocre, le iba a dejar a alguna de las jóvenes promesas como Isco o Morata, tener su oportunidad, en un partido sentenciado y con un gol irrelevante. Esto fue indignante.

Pero lo que se llevó la palma fue la celebración sin sentido, desproporcionada, de lucir palmito, de seguir redundando en una superficialidad tan chabacana que disgustó a propios y extraños... Después de pasar todo el partido en la sombra mete un gol intrascendente y lo celebra con más ahínco que los goles de Ramos, Bale y Marcelo. Sobrado, restregando su triunfo personal, que no de equipo, a un Atleti que no se merecía ese castigo. Y lo peor: con nada de deportividad, sin ser consciente de que muchos adolescentes y niños se fijan en él como ídolo. Y eso que ha habido una temporada en la que sus asesores de imagen han tratado de limpiarla un poco con las lágrimas, su sensibilidad, su "sencillez"... Pero ya se sabe que la cabra, siempre tira al monte y en momentos como ese se ve la calidad personal. 

Ambos equipos, Real Madrid y Atlético de Madrid demuestran dos maneras de enfrentarse a la tarea que muestran también mis alumnos: 
  • Los del partido a partido, el día a día, el valor del esfuerzo mantenido el no creerse nada hasta que no se logra, el ser comedido en las expresiones de triunfo y valorar el trabajo del equipo compartido y por tanto triunfo compartido. Estos son los alumnos que el día 1 de septiembre se marcan metas, se preparan y a pesar del cansancio llegan a junio victoriosos y contentos del resultado, con la felicidad del deber cumplido que resiste toda clase de envites.
  • Los del "arreón" final y búsqueda de golpes de suerte, son los del contraataque rápido, pillar descolocado al rival o al profesor, apuestas millonarias por jugadores impagables por otros, las estrellas que con su luz pretenden deslumbrar y que pueden tener un golpe de suerte en el mes de junio, en los globales (o en el minuto 93) y salvar un año de sube y bajas fruto de falta de esfuerzo y constancia... Estos son los estudiantes del día de antes, del momento de suerte, del "me han caído las que me sabía"... 
Solo la calidad personal salva en estos momentos. Solamente la integridad hace afrontar la derrota con la cabeza bien alta, conscientes de que han hecho el mejor partido, el mejor curso que han podido a pesar de que la suerte y la justicia a veces son ciegas... 

¿Y tú de qué tipo eres? Más allá de la lógica irracional que a veces envuelve el ser de un equipo o de otro merece la pena pararse a pensar qué tipo de modelos estamos ofreciendo a nuestros jóvenes... Menos mal que nos queda Nadal, que es el modelo de deportista del día a día, del saber ganar y saber perder... Que hasta para saber ganar hay que utilizar el coco y no el cuerpo tallado a base de EGO que sale por las nubes en forma de "me quito la camiseta para que vean como estoy". La calidez de un cuerpo torneado no sustituye nunca a la calidad de una persona formada y solidaria. 

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