30 de julio de 2014

Gaza: Lo racional en medio del sinsentido

Tomada de @Foto_Historia

"El Reino de los Cielos es semenjante a un Tesoro escondido en un campo" (Mt 13, 44)

  Esta mañana al levantarme me he encontrado con esta foto. Me gusta ver las Redes Sociales antes de salir de la cama y a veces te encuentras con imágenes que te descolocan y que te hacen darte cuenta de lo afortunado que eres por haber nacido en unas coordenadas espaciotemporales concretas, en una familia concreta y en una sociedad concreta... Y acto seguido me pregunto ¿por qué otras personas no viven al menos con la seguridad básica que supone solo mirar al cielo para ver si llueve o hace calor? 

La foto, junto con el Evangelio del día de hoy, "un tesoro escondido en un campo", me han hecho reflexionar sobre las consecuencias de lo que están viviendo en la franja de Gaza. Soy profesor de religión, pero no quiero hablar de religión porque me parece que solamente se usa como arma arrojadiza en este conflicto, pero no se me escapa el hecho de que desde tiempos inmemoriales en esa zona de la tierra, curiosamente cuna de las tres religiones monoteístas más extendidas, siempre ha vivido en guerra por la tierra. 

No deja de resultar llamativo el hecho de que unas sociedades fuertemente enraizadas en valores espirituales no duden ni un segundo en matar por lo terrenal, y nada más y nada menos que por la tierra. Matar es malo se mire por donde se mire, no importa ni el número ni la condición del que muere, que a veces parece que las vidas se miden en números para quitar hierro al asunto. Cualquier vida es importante y tiene una historia detrás. 

La mirada de esa niña que rebusca entre los escombros su "tesoro", hace ver la necesidad de buscar lo racional entre la desolación que ha sembrado la locura. La educación es el arma más poderosa que tienen los Palestinos y los Israelíes (como todas las culturas del Mundo) y mientras sigan invirtiendo en armas, seguirán invirtiendo en barbarie y la cultura quedará relegada a habitar bajo los escombros de lo irracional y la pasión sin sentido. 

¿Qué estará pasando por los corazones y las cabezas de esos niños y niñas? ¿Se estarán dejando poseer por el sentimiento helado de la venganza? ¿O estarán comprendiendo que la vida vale más que la muerte, que ninguna muerte devuelve otra vida y que el diálogo es lo que nos diferencia de los animales? Sinceramente no lo sé. 

También pienso en los educadores, en los maestros, tanto en los Palestinos como en los Israelíes que tienen la labor de educar en libertad, de no sembrar más odio, de hacer de esos niños personas que puedan construir un mañana diferente y no cimentado en la venganza. Educar, en el fondo, es invertir en construir una sociedad más justa, más libre y en paz. 

Educar es sembrar... esperemos que el campo para esa siembra no sea de concentranción, que haya niñas (¡vivan las niñas inquietas!) y niños que no se cansen de buscar la cultura, la educación, la fe, la esperanza, debajo de los escombros que siembra la barbarie y la sinrazón, que haya padres que no sigan sembrando venganza y que haya educadores valientes a los que las bombas y los ajustes de cuentas políticos no priven de sus sueños de un mañana mejor, de una sociedad más humana y de un futuro vivido en paz y fraternidad. 

1 comentario: